martes, 11 de diciembre de 2018

Elegir una profesión




Elegir a qué te dedicarás en esta vida es algo complicado a decidir. Porque el mundo ofrece una infinidad de posibilidades para poder hacer y al mismo tiempo nosotros mismos somos muy complejos y tenemos potencialidades para muchas tareas diferentes. Pero en esto de la profesión creo que ocurre algo muy parecido a lo que ocurre con el zapato de Cenicienta. Por supuesto que puedes hacer bien miles de cosas, pero siempre hay una que parecerá hecha a medida para ti. Lo complicado de esto es hallarla. 

Cuando se trata de buscar una profesión pareciera que la vida nos va echando un cable, en el sentido de que sin saberlo te va llevando por un camino que te prepara a tu destino final. Aquí algunos que creen más en el azar puede que no estén de acuerdo, pero de nuevo sólo expongo lo que siento desde mi perspectiva. Sólo pretendo con esta entrada el invitar a la reflexión. 

En el momento en que empezamos a buscar aquello a lo que dedicaremos nuestra vida es importante partir de nosotros mismos, analizando cómo somos, qué nos hace diferentes a nuestros amigos o familiares. ¿Qué tenemos nosotros que si mañana muriésemos sería una pena que el mundo perdiera? ¿Qué nos hace destacar entre otros? Aquí cabe pensar, no se trata de elegir cualquier trabajo. Porque a lo mejor ese trabajo que vamos a desempeñar cualquier otro podría hacerlo. ¿Por qué tú lo harías mejor? ¿Qué hace de ti ser el más idóneo para ello? ¿Perderá el mundo algo si te dedicas a ello y no a otra cosa?

Como veis el tema de la profesión bajo mi punto de vista es una responsabilidad. Vinimos al mundo con unos dones, con unas facultades que de alguna forma siento que hemos de devolver al mundo. Y si no hacemos aquello para lo que fuimos preparados es posible que no nos sintamos todo lo felices y realizados que podríamos de encontrarlo. Hay partes en nosotros deseosas de brillar haciendo aquello para lo que fueron creadas. Y cuando esas partes las dejamos perder... Algo en nosotros se siente triste, frustrado, tiene la sensación de que le falta algo, no termina de sentir que está en el sitio donde quiere estar...

Creo que la pregunta clave es ésta: ¿Estás haciendo exactamente lo que quieres hacer? ¿Se te va la cabeza a otras cosas? ¿A qué cosas? Cuando realmente encuentras tu camino es como cuando te enamoras realmente de alguien. De repente entiendes por qué estás con esa persona y no con las restantes con las que trataste. Y quiero tomar esta comparación con el enamoramiento para tratar ahora otros temas en relación a la profesión. La relación con tu profesión puede atravesar toda una serie de etapas, unas mejores y otras peores. Puedes tener épocas de más inspiración que otras, de más energía que otras. Y como cuando estás de pareja, llegada la época difícil puede pasarte que llegues plantearte el cambiar de profesión, buscar una más sencilla, con más empleo, con más sueldo etc. La cuestión aquí es, ¿te haría eso realmente feliz? ¿Hasta dónde estarías dispuesto a llegar por esa nueva profesión que te atrae? Cualquier carrera profesional tiene sus dificultades, sus exigencias, ninguna es un camino de rosas, porque ahí está la vida siempre poniéndonos baches para que lleguemos aún más lejos en nuestro desarrollo, porque si todo fuese excesivamente sencillo no sacaríamos todo el potencial que sin duda reside en nosotros. ¿Estás dispuesto a todo eso por esta nueva profesión? ¿Estás dispuesto a aprender a fondo sobre todo lo que ella implica?

No hay nada malo en cambiar de profesión, pero realmente decisiones como ésta se han de tomar desde dentro, por nuevo "amor" e interés hacia esta nueva profesión, no por miedo o por resignación. Tu corazón no sabe de aquello en que lo metes por miedo. Sólo aquello que le hace iluminarse es lo que lo levantará cada día con ilusión y le hará que saques la mejor versión de ti mismo. 

Así pues, si aún no has decidido qué harás en esta vida, piensa en aquello que a veces te descubres haciendo casi sin darte cuenta. Piensa en aquello que hace que no eches de menos lo demás. Mira series, películas... Mira personas haciendo determinadas profesiones. ¿Qué sientes hacia esas personas? ¿Sientes el gusanillo de estar haciendo lo que ellos hacen? ¿Sientes atracción hacia un tipo de ambiente de trabajo determinado? Rodéate de personas realmente motivadas con la profesión que eligieron, es igual que dichas profesiones no tengan que ver con la que tú elegirías. Fíjate en cómo se sienten, cómo les brillan los ojos cuando hablan de aquello que hacen. ¿Has sentido tú eso alguna vez? 

Cuando te vayan surgiendo ideas, busca en internet. Hoy día youtube ofrece testimonios de personas estudiando diferentes carreras, módulos, dedicándose a determinadas profesiones. Tenemos la suerte de poder acceder fácilmente a información de primera mano de aquellos que ya están haciendo realidad sus sueños. Nunca ha sido más fácil que ahora. 

Y cuando sientas que realmente has dado con aquello que te emociona, sé valiente. El camino será más o menos escarpado, pero podrás con ello. Porque aunque no lo creas, hay más de ti que nació para esa profesión de lo que tú quizá puedas haber sentido en ti hasta ahora, y te descubrirás saliendo airoso de situaciones que no creerías jamás que serías capaz de afrontar. Como leí ayer en una frase de Ray Bradbury: "A veces uno tiene que saltar por la ventana y esperar que le crezcan alas mientras va cayendo". 

Realmente es así, a veces justo cuando nos atrevemos a dar el salto es cuando se activa todo lo que se requería para ello. Y es entonces cuando os digo desde mi propia experiencia que os sentiréis realmente realizados, que entenderéis por qué elegisteis esa profesión y no ninguna otra. Incluso puede que se os pongan los pelos de punta, os emocionéis... De repente comprenderéis vuestro camino, y algunos de sus tramos a los que en su día no les encontrabais mucho sentido. Como si fuera un puzzle lograréis poner la última pieza del núcleo central y entonces ya entenderéis lo que estáis haciendo y todo lo que quedará será expansión.  




lunes, 10 de diciembre de 2018

¿Qué es el asperger?




No me gusta en sí la misma pregunta, porque ninguna persona se puede definir por un diagnóstico y dentro del asperger hay miles de personalidades diferentes, aptitudes y pensamientos distintos. Pero si no nos agarramos tajantemente a la información que voy a dar y mantenemos una mentalidad abierta al conocer a cada asperger que nos encontremos, entonces quizá esta información nos pueda ser útil y no seremos meramente esclavos de ella.

Una persona asperger es alguien que suele sentir que no encaja en el mundo. Ve a los demás que le rodean y siente que no termina de ser como ellos. Los que le rodean también suelen percibir esta diferencia, con lo que todo esto conlleva, porque en esta sociedad la gran mayoría no estamos preparados para aquello que nos es diferente. Por eso surgen sentimientos de rechazo, burlas,... Es curioso como cuando no entendemos algo en lugar de sentirnos algo avergonzados por nuestra falta de conocimiento, asaltamos contra lo que no entendemos como si quisiéramos acabar con ello, o intentamos posicionarnos por encima. Es una manera nada humilde de actuar, pero que tenemos muy interiorizada. Porque realmente sería más natural y lógico hacer un sobreesfuerzo por entender lo que es diferente, adaptarnos, tratar de ver qué nos puede aportar... Sin duda ésta sería la opción más inteligente. Pero supongo que no todos estamos dispuestos a utilizar nuestros recursos mentales en todos los ámbitos.

Entonces, partiendo de la idea de que un asperger es diferente y que puede tener un distinto modo de funcionar, puede tener problemas para relacionarse. Es fácil, él es diferente y cuesta explicar esa diferencia al resto, sobre todo cuando no están dispuestos a escuchar. Así pues, pudiendo tener la misma necesidad de relacionarse con el resto y de encontrar afecto en los demás, nos encontramos con que el asperger puede no encontrar amistades, con el sufrimiento que eso conlleva y puede experimentar sentimientos de soledad desde una edad muy temprana. Esto hace que más de lo común pueda quedarse solo entre su mar de pensamientos y sentimientos, lo cual hace que una mente de niño pueda ir profundizando en aspectos que, por lo general, tenemos más asociados a los adultos. Puede quizás enfocarse en leer y aprender sobre temas concretos que le van interesando. Y así, cuando por fin el niño va a volver a tratar de establecer interacción con otros, resulta que su lenguaje para los demás puede parecer pedante o pomposo. Para él es ni más ni menos que el lenguaje con el que se ha codeado todo el tiempo. No pretende parecer superior ni nada que se le pueda atribuir. Simplemente usa lo que sabe, ya está, igual que cualquiera haría.

Como no ha podido tener mucha interacción social, también puede no entender ciertos matices comunicativos, como las bromas, dobles sentidos etc. Esto no es porque tenga nada mal en el cerebro, como por ahí se divulga. Se fundamenta simplemente en una falta de experiencia. Porque si el niño aprende qué significan las bromas, a la próxima podría entenderlas sin muchos problemas, porque en esta vida muchas cosas son cuestión de práctica y ésta también lo es. La ingenuidad de un asperger suele ser algo comunmente conocido. De hecho es una de las razones por las que suelen ser víctimas de bullying. La gente gusta de reírse de un asperger, porque por lo general no sabe cómo responderte y la maldad no suele estar entre sus posibles respuestas. De nuevo lo más normal teniendo sensibilidad sería no aprovecharse de algo en lo que alguien es susceptible, no reírse de la debilidad de alguien. Pero la sociedad no está moralmente preparada y quienes suelen acabar en el psicólogo no son los verdugos que hacen daño a los otros, sino las víctimas que tratan de sobrevivir a ellos.

Otro aspecto a destacar de un asperger es su aplastante honestidad. Su mente tiende a ser lógica por lo que no ve realmente ninguna utilidad en la mentira. ¿Para qué operar con información que no es real? ¿De qué sirve manejarnos con mentiras si es algo tan tangible como la realidad lo que pretendemos cambiar o con lo que nos queremos enfrentar? Para un asperger no resulta útil mentir, por lo que de saber mentir tampoco es algo que tenderá a hacer. Y tal vez este rasgo no esté tan mal. Quizá sí esté bien trabajar en ellos el suavizarse a la hora de expresar lo que piensan para que otros no resulten bruscamente ofendidos. Asertividad le llaman... sí, éste rasgo sí que puede resultar importante de trabajar con ellos.

Por ahí hay una creencia popular de que los aspergers no tienen empatía. Esa es una de las informaciones que surgen de la mano de quienes no entienden en absoluto lo que es el asperger y hace mucho daño tanto a los aspergers como a los demás. Un asperger por supuesto que empatiza. Suelen tener problemas de hipersensibilidad, y eso también implica hipersensibilidad a tus sentimientos, los cuales pueden afectarles profundamente. El problema es que mientras un neurotípico (como los aspergers llaman a los que no lo son) puede quizá mantenerse más impermeable a tu estado emocional, un asperger se puede ver invadido por él y a la hora de la verdad no responder de la manera que te esperarías. En aspectos burocráticos el asperger no dará el do de pecho. Probablemente, responderá de una forma que puede que no entiendas y que pueda parecerte quizá poco sensible. Aquí se trata más bien de trabajar con ellos la autopercepción de sus propios sentimientos y el autocontrol. Porque a lo mejor se alteran mucho porque te ven enfadado y responden de una manera que no te gusta (como espejo), y aquí no es porque no hayan sintonizado con tu emoción, que sí lo han hecho. Sino que no han sabido cómo manejarla una vez que la han sentido. Aquí, mis compañeros psicólogos, es en lo que realmente hay que trabajar.

Otro aspecto en lo cual un asperger suele destacar es en sus intereses restringidos. ¿Qué es esto? Básicamente un asperger puede desarrollar interés por determinadas áreas. Un asperger suele tener una inteligencia normal o superior a la media. Teniendo en cuenta que no suele enfocarse en su mundo social, puede aliarse con otros aspectos del mundo a manos de su razón. Al empezar a interesarse por un campo, pueden querer saber todo sobre él, y en esto volverse unos grandes investigadores. Claro, esto desde fuera puede parecer sorprendente. ¿Cómo puede darle tanto por "x" o "y"? ¿Es malo esto? No, no lo es. En el interés restringido de un asperger puede estar el campo con el que se gane la vida. Y es importante apoyarle, porque con los soportes adecuados puede ser una verdadera máquina en ese campo. Porque si en la vida los mayores logros se consiguen con persistencia, nada como la que tiene un asperger. Por otra parte, a un asperger le suele costar más que a otros el estudiar cosas que no le interesen. Por ese aspecto pueden ser tildados coloquialmente de "tontos" sin serlo realmente. Un asperger ha venido al mundo para enfocarse en lo que le interesa. Difícilmente vas a conseguir que trabaje en un oficio de familia que por lo que sea ni le va ni le viene o en aquella profesión que tú crees que reporta más económicamente, a no ser que le atraiga a él personalmente.

¿Hay excepciones a todos estos puntos? Por supuesto que las hay, ya dije al empezar esta entrada que esta información no va a ser un dogma, sino una aproximación de lo que un asperger puede ser. Y aún me dejo en el tintero muchas cosas, que probablemente toque en nuevas entradas próximamente.