domingo, 21 de junio de 2020

El capacitismo: qué es y cómo te afecta


MuNDo AsPeRGeR: Capacitismo o ableism. (Incluye vídeo).

El capacitismo es la discriminación a las personas que tienen discapacidad. Hasta aquí pareciera solamente concernerle a ellas. Pero en absoluto es así. El capacitismo nos afecta a todos. En esta entrada voy a analizar precisamente varias situaciones en las cuáles nos afecta. 

El capacitismo premia a quien es más capaz, el que demuestra que puede producir más. Y deja en una situación de marginalidad a quien juzga que no lo es. En las siguientes situaciones, se está incurriendo en capacitismo:

-Tienes 50 años y la empresa en la que trabajabas cierra. De repente te pones a buscar trabajo. Te dicen que buscan a alguien más joven. Eres demasiado mayor para conseguir trabajo. CAPACITISMO. 
-Tienes una pareja. Un día te dice que ya no quiere estar contigo, porque ya no siente lo mismo que antes. Y de repente descubres que en verdad ha conocido a otra persona que gana más dinero que tú. CAPACITISMO. 
-Te diagnostican depresión. Tienes pensamientos que otros juzgan como negativos. Te dicen que eres un victimista, que lo que te pasa es que no espabilas, y que ser feliz es cuestión de actitud. Incluso algunos dejan de ser tu amigo. CAPACITISMO. 
-No tienes trabajo. Los demás piensan que eres un vago e inútil y que es por eso por lo que no lo tienes. CAPACITISMO.
-Eres una persona que no ha conseguido los grandes hitos sociales de éxito en la vida: trabajo, vida independiente, pareja e hijos. Los demás piensan que algo malo tienes que tener para no haberlo logrado, que eres raro o anormal. CAPACITISMO. 

Aunque los discapacitados hayan sufrido más esta lacra, en verdad nos ha afectado a cada uno en nuestras vidas en distintos momentos, seamos o no conscientes de ello. Lucir actitudes capacitistas no está bien visto, a pesar de que en esta sociedad impere claramente el capacitismo. Así que puede que nunca te enteres de que esa persona te dejó porque te vio menos capaz que otros o puede que tus amigos te digan que están demasiado ocupados para verte y en verdad se hayan alejado por capacitismo. 

Desde pequeño vas viendo que para tener un lugar en el mundo tienes que luchar por adquirir buenos resultados académicos, un buen curriculum, habilidades, buen cuerpo,... En el fondo sabes que de no conseguir lo suficiente de esto, serás castigado socialmente. Damos por hecho que si nos esforzamos lo suficiente podremos dominar el capacitismo, éste no nos dejará fuera. 

Pero, tarde o temprano, no podemos seguir el ritmo. Al final todos envejecemos, o surgen enfermedades, o por lo que sea disminuye nuestro rendimiento. Así pues, pocos llegan a vivir una vida entera sin sentir lo negativo del capacitismo. 

El capacitismo ha sido causa de muchísimos suicidios durante toda su historia. En esta llamada, graciosamente, sociedad del bienestar, dicho así mientras se castiga al que no se siente bien, muchos saben que el mundo no les va a aceptar si no se ponen la careta de la felicidad. Y fingir alegría, cuando no la sientes, al final te desconecta de quién eres. Al final te deja solo, aislado en tu sufrimiento. Y esto puede abocar al suicidio. 

Es por ello que, a pesar de lo enraizado que está el capacitismo en nuestras vidas, tenemos que hacer un esfuerzo para reducir nuestras actitudes capacitistas. Hemos de ser conscientes de que es el capitalismo en el que vivimos el que pretende que seamos nada más que peones productivos, que generemos economía. Una persona no es más o menos válida por tener y tener, por producir y producir. Una persona merece vivir con calidad de vida por el simple hecho de existir. Y el concepto de lo que es alguien "capaz" en nuestra sociedad es muy superficial y reduccionista. Todos habremos conocido personas rechazadas por la sociedad que, sin embargo, perderíamos tanto si no existieran... Porque lo que te transmiten es valioso, aunque no genere montañas de dinero porque en este mundo se valoren otras cosas. 

Que el capacitismo no te engañe. Lo que vale de ti no está en tus circunstancias, no está en si tienes o no trabajo, pareja o hijos. Es tu esencia, es tu ser único. Y, algún día, tal vez la sociedad aprenda a verlo, pero de momento estamos en un punto muy primitivo de ésta. 

Una sociedad no inclusiva, es una sociedad en decadencia. Pero alguien bien posicionado en el sistema capacitista puede tener más dificultades para verlo. A él no le atañe este problema, aparentemente. Pero, ¿acaso no querríamos todos no sentir esa presión constante a mostrarnos válidos?¿No querríamos que, de padecer alguna enfermedad, sigamos teniendo espacio en nuestra sociedad? ¿Tenemos acaso garantizada nuestra posición económica hasta el final de nuestras vidas? ¿No sería justo que no fuese tan difícil encontrar trabajo por no tener 20 años?

En definitiva, este tema nos atañe a todos. Cada vez que evitamos dejarnos llevar por el capacitismo, participamos en construir un mundo más habitable y humano. En nuestra mano está el favorecer la inclusión, la de otros y la nuestra en definitiva.

No hay comentarios:

Publicar un comentario